domingo, 17 de diciembre de 2017

¡Mamá, yo también voy....a Lisboa!



Aprovecho que Portugal ha sido premiado como mejor destino del mundo por los World Travel Awards 2017, para publicar este post sobre nuestro viaje a Lisboa hace dos veranos. Reconozco que Lisboa es un destino pintoresco, encantador y romántico para ir en pareja, sin niños...pero ¿dónde voy yo sin mis niños?, ¡pues allí que vamos! También reconozco que es un poco cansina, ese adoquinado en calles y aceras que la hacen tan atractiva a la vista resulta un infierno para los pies. Pero ignorando esto último y metiendo en la maleta un calzado apropiado, realizo un programa de viaje para adaptarlo a toda la familia y el resultado fue excepcional, todos disfrutamos mucho de la vieja Lisboa que tanto tiene que ofrecer y enseñar.

En este caso viajamos en nuestro propio coche y nuestra estancia fue de 3 días y medio.

DÍA 1: 17 DE AGOSTO DE 2016.

Ya la entrada en Lisboa nos deja sin palabras y a los niños alucinando, pues nos encontramos cruzando el puente más largo de Europa, el denominado Vasco da Gama, que atraviesa el Río Tajo a lo largo de más de 12 kms. El puente nos lleva directamente al Parque de las Naciones, donde tuvo lugar la expo de 1.998, y zona donde se encuentra nuestra hotel, el Trip Oriente. No tuvimos suerte con la habitación pues a pesar de estar en la última planta del edificio nuestras vistas estaban orientadas a la cercana estación de ferrocarril, si hubieran estado orientadas al lado opuesto hubiéramos disfrutado de unas impresionantes vistas del río y del puente. ¡Otra vez será!

Llegamos al mediodía y  ya habíamos comido por el camino, así que para compensarles por el kilometraje nuestra primera visita fue al Oceanográfico.


En la entrada nos recibe su mascota, Vasco, y nos da paso a un mundo submarino donde miles de especies acuáticas esperan ser visitadas. Además cuenta con una zona interactiva donde los niños pueden estar un rato aprendiendo a la vez que juegan. Eso sí,en inglés o en portugués. Hay tanto que ver, que se nos va la tarde dentro del Oceanográfico. Si lo pones en tu plan de viaje, resérvale unas cuatro horas.

Volvemos a la luz del día, aunque ya cayendo la tarde, y antes de volver al hotel damos un paseo por los alrededores del Oceanográfico, Parque de las Naciones, la zona más moderna de Lisboa. Si quieres una panorámica desde las alturas debes coger el teleférico, que atraviesa el río Tajo desde el Oceanográfico hasta el puente Vasco de Gama. Esto es un atractivo más para los niños, pero yo reconozco que verme volando sobre el agua no me atrajo demasiado y entonces decidimos no subir. Pero si no os da miedo, ¡ánimo!. Nosotros hicimos el recorrido a pie. Cenamos en un centro comercial cercano y de vuelta al hotel.

DÍA 2: 18 DE AGOSTO DE 2016

El plan del día era visitar el centro de Lisboa. Aunque teníamos nuestro coche en el parking del hotel, optamos por el transporte público, es muy recomendable en Lisboa y solo íbamos a movernos por el centro, con lo cual evitamos problemas de aparcamiento. En la estación de tren, en el mismo Parque de las Naciones, al lado de nuestro hotel, sacamos una tarjeta de transporte por 6 euros cada una, que nos sirve durante 24 horas para metro, bus, tranvía y funicular.

Cogemos el metro que nos lleva directo hasta el centro. Nuestra primera visita fue a la plaza del Comercio, una de las plazas más grandes de Europa, abierta al estuario del Tajo, nos ofrece unas bonitas vistas y un lugar digno de fotografiar. La plaza muy transitada por viandantes, dio cobijo antiguamente al palacio real.
Plaza del Comercio

De la plaza del Comercio nos fuimos a la plaza de Martim Moniz, con la intención de coger el tranvía número 28. Este tranvía, muy famoso para turistas en Lisboa, hace un recorrido por el barrio de Alfama, él más antiguo y típico de Lisboa. Llega hasta el castillo de San Jorge pasando por la Catedral y por el mirador de Porta do Sol. Pero cuando llegamos, la cola para coger este tranvía podía estar en un par de horas de espera. ¡No hay nada más aburrido para un niño que hacer cola!, así que desistimos del famoso tranvía, lo intentaríamos más tarde y nos atrevimos a subir andando hasta el castillo de San Jorge, atravesando el barrio de Alfama.. En nuestra subida, hicimos una parada en la Catedral de Sé, con la suerte de que vimos una parada de bus, y un minibús público que llegaba para descargar viajeros interesados en la Catedral, pregunté al conductor si subía hasta el castillo y ¡afirmativo!. ¡Vamos chicos, sacad vuestras tarjetas de transporte!. Ya sentaditos en el microbús y nuestros pies descansando de ese empedrado, pudimos disfrutar mejor del antiguo barrio de Alfama. A pesar de ser un sitio muy turístico, no ha perdido su esencia, y te encuentras a los vecinos en su quehaceres diarios, los antiguos almacenes, la ropa tendida....¡conserva todo su encanto!


Al llegar a la última parada del bus, nos bajamos y dimos un paseo por los alrededores del castillo. Como llevábamos, como siempre un programa muy ajustadito, decidimos no entrar y dar un paseo bordeándolo. La bajada al centro de Lisboa, la  hicimos andando, para empaparnos mejor de la esencia de este lugar, y porque no es lo mismo bajar que subir, claro. Hicimos una parada en el mirador de Porta do Sol para admirar las vistas que ofrece de Lisboa.

Vistas desde el Mirador


Visitado el típico barrio de Alfama, volvemos a pasar por la plaza Martim  Moniz, ¡la cola para el tranvía 28 seguía siendo interminable! Me sorprende de la paciencia de la que se arma la gente. Como tampoco pudimos coger el número 28, decidimos ir andando a otro de los barrios típicos de Lisboa, el barrio de Chiado. Chiado representa la parte más bohemia de Lisboa. LLeno de cafés, librerías, museos...Y también, como todo aquí,  está en alto. Para afrontar la empinada cuesta, el barrio dispone de un funicular que va desde la Praça dos Restauradores al mirador de Jardim de Sao Pedro de Alcantara, que hace que la subida sea más atractiva. Como llevábamos nuestras tarjetas de embarque, pues ¡pasajeros al tren! El trayecto es cortito, pero como nunca habíamos subido a un tranvía pues nos pareció muy divertido.






El funicular nos lleva hasta el mirador, donde hay una placita con varios puestos de comidas típicas. Tras admirar las vistas de Lisboa desde el lado opuesto al barrio de Alfama, hicimos un alto en el camino y comimos en este lugar. En mesas compartidas comes algo rápido para no poder tiempo de visitas.


Vistas desde el mirador del barrio de Chiado

Chiado alcanza su actividad máxima cuando cae la noche y los cafés y bares abren sus puertas, como vamos con nuestros niños decidimos visitarlo de día, que también tiene su encanto. Visitamos en primer lugar el convento Do Carmo, desde la tienda de souvenirs también puedes observar unas vistas muy bonitas de Lisboa.



En nuestro paseo por Chiado, en la calle Garret,  nos encontramos con la librería más antigua del mundo, la librería Bertrand. La llevaba puesta como visita obligada en mi plan de viaje, pues soy lectora empedernida y eso de estar en la librería más antigua del mundo me apasionaba. La verdad que me esperaba algo  con mucho más encanto, una librería que guardara la esencia de la época, pero no, a pesar de tener a la entrada un cartel que la anunciaba como la más antigua del mundo, una vez dentro no vi nada de esto. Si no una librería amueblada como actualmente lo hacen muchas otras. Aún así, aproveché para echar un vistazo. 



                                                                
    


Tras dar una vuelta por Chiado y empaparnos de su esencia, cogemos un bus urbano (usando nuestras tarjetas de transporte claro) y nos dirigimos a otros de los barrios emblemáticos de Lisoba. El barrio de Belem. Allí la visita programada era al monasterio de los Jerónimos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.





El Monasterio está muy bien conservado. Dentro de la Iglesia del Monasterio se encuentra la tumba de Vasco de Gama. La visita a su interior nos encantó tanto a nosotros como a los niños. Frente al Monasterio se encuentra el monumento a los descubridores y la torre de Belem. Como llevábamos ya mucho andado y recorrido, decidimos coger el bus de vuelta al centro de Lisboa, y allí el metro para regresar al hotel. Volveríamos al día siguiente para terminar de ver el barrio de Belem, con su torre, su planetario y su museo de la marina. No si antes pasar por la famosa pastelería de Belem, donde hacen un dulce famoso en todo el país y llamado con el mismo nombre "pastel de Belem", una tartaleta de hojaldre rellena de nata, cuya receta solo conocen los pasteleros del local.


DÍA 3: 19 DE AGOSTO DE 2016:

Amanece una mañana gris y fresca. La intención es volver al barrio de Belem para ver lo mucho que nos quedó ayer. Como vimos que había zonas de aparcamiento, decidimos movernos en el coche. En primer lugar visitamos el planetario Calouste Gulbelkian, sitio obligado si vas con niños. La principal atracción del planetario es su gran proyector que simula la vía láctea, y donde unas explicaciones (solo portugués) te van guiando por toda la galaxia.



El planetario tiene también muchos paneles expositivos y es en casi su totalidad un recorrido interactivo, por lo que los niños disfrutaron mucho con esta visita
Tras visitar el planetario otro lugar muy interesante para los niños es el Museo de la Marina, una parte del museo está situado dentro del monasterio de los Jerónimos. El museo cuenta la historia marítima del país, la era de los descubrimientos. Dentro descubrirás la historia del infante Enrique el navegante y la de Vasco de Gama, además de ver las partes de un navío de la época, los uniformes, mapas, planos, etc. El museo cuenta con edificio anexo al monasterio donde puedes ver una colección de todo tipo de barcos reproducidos a tamaño real. Con estas dos visitas los niños disfrutarán muchísimo imaginando ser uno de aquellos navegantes o un astronauta.



Nuestro siguiente punto de visita fue la torre que recibe el mismo nombre que el barrio. La torre de Belem.


 La torre situada en la orilla del río Tajo, es otro de los monumentos que hacen del barrio de Belem visita obligada.

Tras pasar toda la mañana visitando Belem, nos tomamos un descanso para almorzar. Tras ello cogemos nuestro coche y volvemos a Chiado, en un parking público subterráneo dejamos el coche, para seguir descubriendo Lisboa y tantear nuevamente la opción de subir al tranvía 28. El número 28 seguía estando muy solicitado. Optamos entonces por hacer un recorrido en otro número, aunque no nos llevaría por la parte más auténtica y antigua de Lisboa, pero al menos nos quitamos el gusanillo de pasear en tan autóctono vehículo. El conductor, en un portugués bastante entendible nos aconseja coger la línea 25. Hace un recorrido por la parte más señorial de Lisboa, que también está muy bonita, su última parada coincide con la parada inicial del 28, desconocido este dato para muchos turistas, pues se encuentra muy alejada del centro. Así cuando el tranvía 28 llegue a la concurrida plaza de Martim Moniz donde casi todos hacen cola, ya estaréis dentro. ¡Qué suerte encontrarnos con este buen hombre! Dicho y hecho. Subimos al número 25, que nos hace un recorrido, cómo decía, por la otra Lisboa.











Tal como nos indicó aquel conductor al finalizar el trayecto de la línea 25 bajamos del tranvía y esperamos unos minutos la llegada del 28. Muy pocas personas había esperando como nosotros, pues la mayoría de la gente lo espera en el centro. Así que subimos al tranvía para hacer el famoso y tan recomendado trayecto del 28. Un broche de oro para nuestro viaje a Lisboa, nos venimos con una panorámica general de la ciudad cuando caía la tarde.

DÍA 4: 20 DE AGOSTO DE 2016:

Nuestro último día de estancia en Portugal,  y conscientes de que nos habremos dejado cosas por ver, pero con una idea general, decidimos visitar las ciudades vecinas de Sintra, Cascáis y Estoril.

Sintra, es una villa situada en el enclave de un  parque natural, un sitio de cuento, de empinadas calles que nos ofrece la visita a unas impresionantes residencias, donde la familia real y personas de la alta aristocracia pasaban sus veranos. Indispensable visita los palacios Do Pena y el Quinta do Regaleiro.







Cascáis y Estoril, son poblaciones costeras cercanas, que también merecen una visita si estás en la zona. Aunque se han convertido más bien, en destinos turísticos de sol y playa.




Tras las visitas a estas pequeñas localidades, emprendemos el regreso a casa.
Concluyo con que aunque parezca que Lisboa ofrece poco para los más peques no es así. Si organizas un plan de viaje como el que te resumo a continuación, lo pueden pasar fenomenal y sobre todo aprender mucho.

Día 1: Lisboa. Oceanográfico y parque de las naciones (teleférico)
Día 2: Centro de Lisboa, barrios de Alfama, Chiado y Belem.
Día 3: Resto del barrio de Belem, y recorrido en tranvía por los barrios de Chiado y Alfama.
Día 4: Visita a las villas vecinas de Sintra, Cascáis y Estoril.












domingo, 19 de noviembre de 2017

¡Mamá, yo también voy a Münich!



Si alguno de tus peques hace este año su Primera Comunión,  se ha portado tan bien que pensáis celebrarlo con un viaje en familia, y ya habéis estado o no os convence Disney, te propongo este viaje que hice yo con los míos, cuando la Primera Comunión de mi hijo mayor.

Se trata de la visita al parque Playmobil Fun Park en Zindorf, (Alemania, a dos horas de Münich). Aclaro antes de nada, que no es un parque de atracciones, por lo tanto si eres de los que no te gustan las vueltas, la velocidad, las alturas... este es tu Parque!. Todo un mundo playmobil a tamaño real, donde niños y mayores jugarán sin parar durante toda la jornada. Puedes entrar en la comisaría, en la casa de la granja, subirte al helicóptero....y hasta en el barco pirata!!. Un día inolvidable que nosotros complementamos con visitas a las ciudades vecinas durante los 4 días de nuestra estancia en Münich.

El viaje tuvo lugar en Agosto de 2015. Nuestro vuelo directo con Tuifly fue Jerez - Múnich. En apenas 3 horas y media ya estábamos en nuestro destino. Múnich. Como ya sabéis, a mi me gusta, aunque suba un poco el presupuesto, coger coche de alquiler, es lo mas cómodo para ir con niños, no soy nada amiga del estrés ni del "corre que te pillo". Cumpliendo con nuestro programa a nuestro ritmo, y sobre todo al de ellos. Pero si optas por el transporte público, del aeropuerto sale un tren de cercanías, la línea S8, que te lleva al centro de Múnich.

DIA 1. LUNES 17 DE AGOSTO DE 2015
A las 12.55 llegamos al aeropuerto de Múnich. Cogimos nuestro coche de alquiler, y nos dirigimos directamente al hotel. Novotel Munchen City, a unos veinte minutos andando del centro de la ciudad. Una vez registrados y soltado el equipaje en nuestra habitación, nos dirigimos andando al centro de la ciudad, hasta encontrarnos con la maravillosa Marienplatz (La plaza de María).




La Marienplatz, es la plaza principal de Múnich,  sobria y para mi gusto un poco oscura. El color lo aportan los geranios rojos y la columna dorada que preside la plaza en honor a Santa María.

La plaza también cuenta con una pequeña fuente que se ha convertido en uno de los puntos de encuentro más populares de la ciudad. Y por supuesto, es en la Marienplatz donde se encuentra el Ayuntamiento de Múnich.  A ciertas horas en punto, en el reloj de la torre del Ayuntamiento se mueven unas figuritas que recrean escenas de la historia de Múnich. Esto les encantará a los niños.

Reloj de Munich
                                                  
De la plaza, abarrotada de gente, nos dirigimos al mercado Viktualienmarkt. Es un colorido mercado, donde puedes adquirir verduras, frutas, quesos, flores.... y un sinfín de productos típicos. Muy frecuentado por turistas y locales. Juega con tus hijos a descubrir ¿qué es qué?  ¡¡El idioma lo pone difícil!!!



En el mismo mercado nos dimos un merecido descanso (habíamos madrugado mucho) y no pudimos resistir la tentación de probrar las típicas salchichas Frankfurt acompañada de la típica también cerveza alemana. En un puesto dentro del mismo Viktualientmarkt y en unos bancos  y mesas de madera alargadas que compartes  con otros comensales, disfrutamos de nuestro pequeño banquete.


Con el estómago calladito, y paraguas en mano pues la lluvia decidió visitar Múnich esa tarde también, nos decidimos a dar un paseo por el centro histórico.
Nuestro paseo nos llevó a conocer rincones tan bonitos como estos:





Entre lo que visitamos estaba la Iglesia de San Pedro, la Odeonplatz con los bonitos jardines que la rodean. Fue aquí donde nos llamó mucho la atención que las fachadas de los edificios simulan la piedra antigua. ¡Pero no es real! Está dibujada. Tras la II Guerra Mundial se reconstruyeron los edificios intentando en la medida de lo posible que fueran idénticos a como habían sido antes de los bombardeos, pero claro, con un presupuesto muy inferior. En realidad si no te lo dicen ¡no lo notas!

En la foto se aprecia que el trazo de la piedra está dibujado
                               

Hofgarten, jardines que rodean la Odeonplatz
                                         

Tras este largo paseo, caímos en la cuenta de que aún no habíamos visto la Hofbräuhaus, la cervecería más típica de Múnich. Desandando lo andando, conseguimos dar con ella, con la intención de reponer fuerzas con alguna cerveza típica (para los niños un refresquito, claro) , y de visitar tan ilustre y recomendado local, pero cuando llegamos, estaba abarrotado de gente ruidosa, hablando demasiado alto y riendo a carcajadas, ¡para que luego digan de los españoles!, una locura, la cerveza hace el mismo efecto en todos los sitios. No lo vimos apto para sentarnos con los niños, así que como a pesar de ser agosto la tarde era fría, la decisión fue volver al hotel para tomar algo calentito y descansar, pues el día siguiente era el que nuestros peques esperaban con ilusión.

Fachada de la típica cervecería Hofbräuhaus
                                             
Interior de la cervecería
                                                 

DIA 2. MARTES 18 DE AGOSTO DE 2015.
En la pequeña localidad de Zindorf, Alemania, se encuentra una de las fábricas que la casa Playmobil tiene repartidas por el mundo, y junto a ella, un parque donde niños y no tan niños pueden disfrutar de un día en familia. Zindorf se encuentra al norte de Múnich, unas dos horas aproximadamente en coche, (también hay una línea de tren que te lleva hasta un pueblo vecino y desde ahí un bus que te deja cerca del parque).  La entrada al parque es bastante asequible, 11 euros por persona, precio único para todos independientemente de la edad. Tuvimos la suerte de que ese día lució el sol y nos dejó disfrutar al máximo de todas las instalaciones, pero si no hubiera sido así, disponen de un amplio local techado donde además de actuaciones, tienes a tu disposición toto el catálogo de Playmobil!! Imaginaos, lo que pueden disfrutar los amantes de estos juguetes en un sitio como este.





El parque, como decía al principio es una amplísima zona ajardinada, donde puedes encontrar muchos de los juguetes a tamaño real, pero también, grandes toboganes, tirolinas y  actividades como balsas para cruzar el estanque.


Para muestra un botón, os dejo las imágenes que hablan por si solas:

                                         
La Excavadora
El famoso dinosaurio
       
                                                                        

Entrada a la ciudad medieval

El castillo medieval con sus reyes en el balcón
                                   




El Arca de Noé
                                                    

El país de las hadas

La granja tirolesa
                                                            
La comisaría de policía
                                                    
Circuito de coches dentro de la comisaría
                                         
El parque cierra en a las 7 de la tarde en época estival. Inevitablemente pasamos por la tienda Playmobil, ¡son precios de fábrica!, así que los niños se dieron algunos caprichos con sus ahorros. La lástima es que sólo venden online dentro del territorio nacional alemán, porque la diferencia con las jugueterías convencionales es mucha, realmente merece la pena.
Como  a las siete aun hay claridad suficiente en el sur de Alemania, en esta época del año claro, decidimos aprovechar las ultimas horas de la tarde para visitar Núremberg. A veinte minutos de Zindorf. De ensueño.

Núremberg, fue una ciudad muy castigada durante la II Guerra Mundial, su destrucción fue del 90%, pero gracias al esfuerzo de los habitantes por reconstruirla una vez acabó la terrible guerra, hoy en día podemos disfrutar de una bellísima ciudad con todo el encanto medieval. Como no disponíamos de mucho tiempo, no pudimos descubrirla a fondo, pero aquello que vimos nos enamoró. Destaca el castillo Imperial y todo su casco antiguo. Bellísimo.






DIA 3. MIERCOLES 19 DE AGOSTO DE 2015.
Otra visita obligada si viajas al sur de Alemania con niños, es visitar el castillo de Neuchweinstein, o castillo del rey Luis, el loco (más fácil de recordar y pronunciar).
De entrada comentaros que ¡es el castillo que inspiró a Walt Disney para sus princesas!. Una maravilla de construcción.





En un día de lluvia también, aquí la lluvia no perdona ni el mes de Agosto, nos dirigimos a la localidad de Füssen, pintoresco pueblo del sur de la región de Baviera. Se encuentra en coche a poco más de una hora y media de Múnich. Desde que dejas el coche ya te impresiona la vista del castillo en la cima. Hay que subir andando, unos veinte minutos, que en un día de lluvia se hace un poco duro con los niños (todo hay que decirlo), pero decir también que merece la pena. Los tickets hay que comprarlos antes de subir, junto al aparcamiento. Mi recomendación es sacarlos antes por internet y no esperarás la enorme cola, sobre todo en los meses vacacionales como agosto. Esto para mi fue un acierto total, programarlo con antelación y llegar con las entradas ya compradas, tienes que pasar de todos modos por taquilla para canjearlas pero ¡sin esperar cola!-
Una vez arriba, la perfección alemana, organiza la visita por tiempo, grupos y número. Nadie se cuela, y todo el mundo sabe cuando le toca pasar. Imprescindible visitarlo por dentro, es una visita guiada por el interior del castillo que aún conserva el mobiliario de la época, y escuchar la historia de este hombre te emocionará, ¿estaba realmente loco? ¿ávido  de poder? Puede ser que fuera un tanto ostentoso el muchacho, pero tras escuchar su historia por el guía, yo pienso que más que loco era una mente muy adelantada a su tiempo, que ante la falta de comprensión por sus iguales fue diagnosticado de loco. Pero el castillo gozaba de unos avances que no era lo habitual de su época, todo ideado por el mismo rey, como el sistema de calefacción, que calentaba incluso las estancias del servicio, o la forma de cerrar las ventanas herméticamente para impedir la entrada del frío. Y lo más curioso, que a los 40 años aparece ahogado en un sitio que él conocía a la perfección, no se sabe aún hoy en día con certeza, pero se sospecha que quisieron quitarlo de en medio. Te garantizo que durante toda la visita te parecerá que has ido sin niños. ¡Entusiasmados!
No está permitido hacer fotos en el interior, por lo que no puedo mostraros imágenes.
Una vez lo hayas visitado, si el tiempo te lo permite, puedes pasear por los alrededores y pasar si no tenéis vértigo, por el Marienbrücke, o puente colgante donde se pueden admirar unas vistas increíbles del castillo y su entorno. Yo no sé si me hubiera atrevido, pero como en ese momento estaba cerrado al público por mantenimiento y conservación pues no salí de dudas (aunque confieso que con los niños pequeños me hubiera dado miedo).

Tras la fantástica visita al castillo, bajamos a Fússen, para visitar el pueblo y comer algo.




 Füssen está muy cerca de la frontera con Austria y muy cerca del norte de Italia, abarrotada de turistas de estos dos países vecinos. Un sitio singular, con mucho encanto, y famoso sobre todo por el castillo. De regreso a Múnich, había trazado una ruta para visitar algunos de los pueblos que incluye la Romantische Strasse (ruta alemana que recorre los 16 pueblos más románticos del sur de Alemania). En la ruta, hicimos una parada  en Weiskirche, una iglesia rural nombrada Patrimonio de la Humanidad en la localidad de Steingaden.


Entre las pequeñas poblaciones que visitamos, algunas tan pequeñas que no nos bajamos ni del coche, se encontraban Rottenbuch, Donauwöhrt, Harburg, o Dinkel, todas ellas típicas, rústicas, pequeñas y súper románticas, como sacadas de un cuento, pero la que más no gustó a todos sin dudas fue Landsberg, de la que os dejo estas imágenes




 Muy bonito, con mucho encanto y muy cuidado.

DIA 4. JUEVES 20 DE AGOSTO DE 2015.
Nos encontramos en nuestro último día de estancia en Múnich, como nuestro vuelo salía al mediodía, aprovechamos la mañana para visitar el English Garden. Pulmón verde de la ciudad, donde los locales, pasean, hacen deporte, desconectan, y hasta puedes dar un paseo en barca por el pequeño lago. Nosotros no llegamos a verlo, pero el parque cuenta con un río que forma unas olas artificiales donde los surferos vienen a practicar.






PROGRAMA DE VIAJE:
Día 1: Llegada y visita al centro histórico de Múnich
Día 2: Playmobil Fun Park y Núremberg
Día 3: Castillo de Neuchweinstein y pueblos de la zona
Día 4: English Garden en Múnich y vuelta.

¡Mamá, yo también voy...a Bruselas!

De visita a la Reserva Natural La Pequeña África

  Sin salir de la provincia de Cádiz por las restricciones sanitarias seguimos en busca de actividades para hacer con nuestros hijos. Nos ha...

¡Mamá, yo también voy...a Bruselas!